¿Entonces?
¿Qué ha ocurrido para que me encuentre aquí, ahora, escribiendo un
post, mi primer post, en un blog al que todas las circunstancias
señalan como de mi propiedad? La respuesta puede resumirse en una
sola frase: a finales del año pasado publiqué un libro electrónico.
En Amazon, ahí es nada. Una vez cumplidos los trámites básicos
(escribir el libro y ponerlo a la venta), mi siguiente tarea tenía
que ser darlo a conocer. ¿Cuál sería la mejor forma de conseguirlo? Decidí averiguarlo. Así que un día preparé mi petate, comuniqué a
mis allegados que debía ausentarme por un tiempo, y emprendí la Búsqueda.
Mi misión me llevó a bibliotecas
sepultadas por el tiempo y el olvido. Hablé con muchos sabios, peros
todos ellos, incluso un viejo derviche que se había arrancado los
ojos porque, me dijo, ya no le quedaba nada por aprender de este
mundo, me dieron la misma respuesta. Me dijeron: “Muchacho,
apártate un poco”. Y: “Todo autor de un libro electrónico debe
tener su propio blog. El blog es la plataforma imprescindible si quieres dar a conocer tu producto”.
Me molestó que hablaran de mi libro en términos tan materiales,
pero ante tanta sabiduría uno sólo puede inclinar la cabeza con humildad.
Regresé de mis viajes más viejo y más sabio, supongo. Pero mis dudas persistían. ¿De
veras estaba preparado para abrir un blog? ¿Era consciente del
trabajo que conlleva? Muchas noches consumí en vela, con los
ojos abiertos y fijos en el techo, sin saber qué hacer. Y de pronto,
una mañana, leí en Facebook lo siguiente: “Nunca tropieza aquel
que permanece quieto”. Era una de esos cartelillos pretenciosos y
con faltas de ortografía que ocuparán espacio en la memoria de
Internet hasta el fin de los tiempos. Sin embargo, sentí un
escalofrío en la espalda. Supe más tarde que el escalofrío lo
había provocado una corriente de aire (las casas en Alicante son muy frías en invierno)
pero no importó. La frase ya había logrado su efecto. Comprendí que
había llegado la hora de abrir mi blog. Bienvenidos.
Genial la idea del blog. Mucho ánimo. Solo un comentario. ¿Que tu última buena idea fue el 27 de Octubre? ¡Yo creo que desde Abril no pasa nada bueno por tu cabeza!
ResponderEliminarAh, y sí, las casas de Alicante son muy frías.
¡Comprad el libro malditos! Os confieso que yo he pasado unos ratos geniales de lectura con esta obra.
Toni, he estado haciendo memoria y creo que tienes razón: efectivamente, abril fue el mes de mi última buena idea. Pero la siguiente fue en octubre, estoy casi seguro. ¡Gracias por los ánimos! Desde luego yo me siento con fuerza para escribir por lo menos tres o cuatro posts...
ResponderEliminarLo guardo en mis favoritos que seguro que salen cosas interesantes por aqui
ResponderEliminarPor cierto no te comente nada pero me acabe el libro (en dos tardes )se hizo breve y eso que hacia lustros que no leia
Pd. Yo tambien creo que es chungo el frio de Alicante
¡Qué tal, Paco! Me alegro mucho de que te lo hayas pasado bien leyéndolo. ¡Para mí también es un gustazo escuchar este tipo de comentarios! Por cierto, aunque sea con una semana y pico de retraso, te deseo un muy feliz año...
ResponderEliminar!Hola, Muñoz! Soy Ana Juli, solo agradecerte los buenos ratitos que me regalas cuando te leo.
ResponderEliminarQué cosas tan bonitas me dices, Ana Juli. ¡Muchas gracias!
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